Se que con esto que voy a escribir me juego al odio de muchos, pero parafraseando al Padre Carlos Mugica, sí como cristiana, en alguna medida no soy un signo de contradicción y no suscito simultáneamente el amor y el odio, mala fariña.
Aclaro: disculpen si se arma una larga discusión y no llego a contestar, si bien gran parte de mi trabajo es frente a una computadora, la uso justamente para eso para trabajar y el resto del tiempo estoy en el territorio que es donde estamos llamados a transformar la realidad.
Dudé mucho en compartir esto, pero sinceramente no aguanto mas y las palabras salen. Como cristiana, como católica, me molesta mucho la hipocresía de la gente que comparte cosas del evangelio y que en paralelo son un mar de odio, bajezas e insultos sin ninguna propuesta concreta hacia cada acción del Gobierno. Gobierno que como todo espacio humano tiene muchos puntos a mejorar y aprender, pero que sin duda se ha ocupado mas que otros de aplicar, aunque no la cinten, justamente lo que pide la Doctrina Social de la Iglesia y documentos como Puebla. Por otro lado, les guste o no, el gobierno que tenemos lo votamos el 55% de los argentinos, los cuales la mayoría somos católicos.
Y lo que mas me molesta es escuchar esta, como otras veces, que se repitan como versitos mentiras empaquetadas en papel de diario. Si, me molesta porque hablan sin ir a las fuentes de la información.
Tomo esta noticia, como ejemplo, porque puedo dar testimonio con mis propias palabras que es mentira. Puedo dar testimonio, porque yo, la misma que muchos conocen como Vocal del Consejo Nacional de la Acción Católica Argentina, como profesora, como periodista, estuve ahí en la marcha del 24 como estoy desde hace varios años (cada año hay mas juventud y mas sana alegría), la recorrí de punta a punta desde las 11 de la mañana hasta la noche y puedo dar fe y testimonio que lo que dice CLARÍN en esta nota ES MENTIRA, MIENTEN una vez mas como MIENTEN TANTAS otras veces sobre hechos de los que también soy testigo. Me indigna, la mentira organizada y por eso no puedo callar, como también me indigna la burla constante y la falta de respeto constante a cada cosa que hace el gobierno.
Me parece que la Semana Santa es un buen momento para reflexionar, pero en serio, sobre el verdadero mensaje del Evangelio, leer la Doctrina Social de la Iglesia, el Documento de Puebla, etc. ponerlos en práctica y salir de tanta hipocresía. Esta perfectamente bien que hay cosas que no les gusten de este gobierno, pero la oposición se debe construir con ideas no con agravios. También tengo cosas en las que no estoy de acuerdo pero como lo hago también con la iglesia lucho desde la construcción y no desde la destrucción.
No quiero que me gane el odio, ni caer en lo mismo que critico, por eso propongo que recordemos que el amor vence al odio, el amor debe ser doctrina de vida, el mandamiento principal, pero ojo, que el amor no es lo que te venden en las películas yakies. Por eso cierro citando nuevamente al P. Carlos Mugica:
“Uno de los grandes daños que nos hace esta sociedad, llamada de consumo, pero de consumo para unos pocos y de hambre para muchos, es la de hacernos creer que el amor es una cosa dulce, más o menos afectuosa. No. Por amor, muchas veces me veo obligado a hacer sufrir mucho a los seres que amo. Amar, amar verdaderamente, ¿qué es? Es buscar el verdadero crecimiento del otro; buscar que el otro desarrolle su capacidad de crear; suscitar realmente todas las potencialidades de la creación, la fecundidad que hay en el otro. Y eso, a veces es muy doloroso”
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