Para reflexionar sobre el juicio y la pasión


Amigas y amigos, los invito, sean creyentes o no, practicantes o no a reflexionar sobre esto que comparto. Como bien anticipo es una invitación a la reflexión y también al diálogo.

Jesús es juzgado por Pilato. (Lc 23, 1-4,23-24)

"Después se levantó toda la asamblea y lo llevaron ante Pilato. Y comenzaron a acusarlo, diciendo: «Hemos encontrado a este hombre incitando a nuestro pueblo a la rebelión, impidiéndole pagar los impuestos al Emperador y pretendiendo ser el rey Mesías». Pilato lo interrogó, diciendo: «¿Eres tú el rey de los judíos?». «Tú lo dices», le respondió Jesús. Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la multitud: «No encuentro en este hombre ningún motivo de condena»"
"Pero ellos insistían a gritos, reclamando que fuera crucificado, y el griterío se hacía cada vez más violento. Al fin, Pilato resolvió acceder al pedido del pueblo."

Si bien aquí hay solo dos escenas (al final de la nota trascribo la lectura completa, ya que es digna de leer y analizar a la luz de la realidad actual), creo que es interesantísmo para leer, releer y analizar en un día como hoy.

Esta escena nos presenta un Jesús juzgado injustamente, acusado por el mismo pueblo que el el Domingo de Ramos lo recibió con honores, pidiendo ahora su muerte, prefiriendo que se libere a un delincuente.
Esto nos invita a reflexionar sobre qué le paso a ese pueblo, ¿se dejo influenciar por quienes egemonizaban la comunicación en ese tiempo, alzándose con violencia contra el mismo que los dignificó? ¿Cuantas veces hoy, como bien se menciona en la Doctrina Social de la Iglesia, los medios de comunicación social agigantan las rivalidades y conflictos entre grupos?*
Por otro lado aparece el rol de Pilato y Herores, erigidos como jueces, no electos por el pueblo, pero con el poder de decidir sobre y por ellos.
Pilato, como ha quedado en el recuerdo popular se “lava las manos” y lo envía con Herodes por pertenecer a su jurisdicción. Ambos, “enemistados, se hicieron amigos” y sin tener las pruebas sobre la culpabilidad de Jesús lo mandan a matar basados en la influencia de la opinión pública. La complicidad de Pilato y Herodes deja en libertad a Barrabáz, quien ahora andará libre por las calles, sabiendo que fue condenado por sedición y homicidio.
Otro punto a reflexionar es la contra respuesta de Jesús frente a Pilato, dejando en evidencia que es él mismo el que lo esta mencionando como el Mesias. Es digno de admiración también el silencio frente a Herodes ¿para que responder frente al que te pregunta teniendo ya pensada tu injusta condena? Jesús hablaba directamente con el pueblo, que tenía para contarle a Herodes mas que el testimonio de su propia vida.

Esta reflexión nos invita hoy a vivir con "pasión por la verdad y el compromiso por el bien común”... "En esta búsqueda del bienestar de todos, necesitamos dar pasos importantes para el desarrollo integral. Pero cuando priman intereses particulares sobre el bien común, o cuando el afán de dominio se impone por encima del diálogo y la justicia, se menoscabala la dignidad de las personas, e indefectiblemente crece la pobreza en sus diversas manifestaciones."*


Copio el fragmento completo (Lc 23, 1-25)

Después se levantó toda la asamblea y lo llevaron ante Pilato. 
Y comenzaron a acusarlo, diciendo: «Hemos encontrado a este hombre incitando a nuestro pueblo a la rebelión, impidiéndole pagar los impuestos al Emperador y pretendiendo ser el rey Mesías».
Pilato lo interrogó, diciendo: «¿Eres tú el rey de los judíos?». «Tú lo dices», le respondió Jesús.
Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la multitud: «No encuentro en este hombre ningún motivo de condena».
Pero ellos insistían: «Subleva al pueblo con su enseñanza en toda la Judea. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí».
Al oír esto, Pilato preguntó si ese hombre era galileo.
Y habiéndose asegurado de que pertenecía a la jurisdicción de Herodes, se lo envió. en esos días, también Herodes se encontraba en Jerusalén.
Herodes se alegró mucho al ver a Jesús. Hacía tiempo que deseaba verlo, por lo que había oído decir de él, y esperaba que hiciera algún prodigio en su presencia.
Le hizo muchas preguntas, pero Jesús no le respondió nada.
Entre tanto, los sumos sacerdotes y los escribas estaban allí y lo acusaban con vehemencia.
Herodes y sus guardias, después de tratarlo con desprecio y ponerlo en ridículo, lo cubrieron con un magnífico manto y lo enviaron de nuevo a Pilato.
Y ese mismo día, Herodes y Pilato, que estaban enemistados, se hicieron amigos.
Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los jefes y al pueblo, y les dijo: «Ustedes me han traído a este hombre, acusándolo de incitar al pueblo a la rebelión. Pero yo lo interrogué delante de ustedes y no encontré ningún motivo de condena en los cargos de que lo acusan; ni tampoco Herodes, ya que él lo ha devuelto a este tribunal. Como ven, este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte.
Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad».
[En cada fiesta, el gobernador acostumbraba a poner en libertad a un preso.]
Pero la multitud comenzó a gritar: «¡Que muera este hombre! ¡Suéltanos a Barrabás!».
A Barrabás lo habían encarcelado por una sedición que tuvo lugar en la ciudad y por homicidio.
Pilato volvió a dirigirles la palabra con la intención de poner en libertad a Jesús.
Pero ellos seguían gritando: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!».
Por tercera vez les dijo: «¿Qué mal ha hecho este hombre? No encuentro en él nada que merezca la muerte. Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad».
Pero ellos insistían a gritos, reclamando que fuera crucificado, y el griterío se hacía cada vez más violento.
Al fin, Pilato resolvió acceder al pedido del pueblo.
Dejó en libertad al que ellos pedían, al que había sido encarcelado por sedición y homicidio, y a Jesús lo entregó al arbitrio de ellos."


*DSI #416
**Documento "Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad" CEA

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